los viajes de lulu

Un lugar para que nos comuniquemos todos, estemos donde estemos. Mal que bien, lo vamos haciendo LUcìa y LUcas. Y andamos viajando. Asì de simple. Y de complicado.

Wednesday, October 24, 2012

Han pasado cinco años desde que volvimos a pisar el suelo de casa. Cinco años he tardado en cerrar mi último paso en este blog. La vuelta resultó ser el principio de todo lo que vino después.

"Por un instante se pareció a su remero, había un canto en su corazón, trepó hasta sus labios pero él solo oyó el agua y el viento, pequeño viajero, hiciste tu viaje, tu largo viaje, tú sabes cosas que yo aún no se pequeño viajero". Remando hacia el mar, de Holling  C. Holling. 

...Y lo que queda.

Gracias.

Monday, March 26, 2007

sobre idas y venidas


Volvì! Raro de la ostia pero bueno, de puta madre. Por si nueve meses no fuese poco, en el pròximo no voy a parar, de Càdiz me voy a Londres y luego a Parìs. Tengo que arreglar tambièn cosillas en Madrid porque me voy a vivir a las Baleares!!


No les contè a ustedes, la mayorìa, que en el viaje me he enamorao... fue en Mèxico, cuando èl volvìa a España y yo llevaba tres meses viajando. El se vino pa Ibiza, que es de donde es, yo seguì viajando como ya saben y luego se vino pa Nicaragua. A partir de ahì, continuamos viajando... Colombia, Peru, Bolivia... pues no les contè antes claramente porque era todo un poco nuevo, en el viaje...



El caso es que me voy a vivir a Ibiza con èl... como dentro de un mes. Yair, si lees esto, el mòvil que tengo tuyo no funciona y quiero verte. Le dije al Moldes cuando le vi que te dijese... en fìn, que me apetece mucho verte y no sè dònde encontrarte porque tu casa nueva està... Leti, igual, aunque a tì te bajo a ver cuando me calme un poquiño y estè en Madrid, que mañana me voy una semana a Gredos... me robaron la agenda en Costa Rica y no tengo el mòvil de naide. Ayuda!!!

La foto del Machu Picchu... como debe ser... acojonante, increible. Todo el dìa nos pasamos ahì... no son sòlo las ruinas, es el enclave en el que se encuentra, què montañas y valle y rìo, demasiao, con mucha energìa (pronunciao como Anna del atitlàn, guatemala). Ahhhh! y una curiosidad del museo de antropologìa de Lima... el hombre cabeza de zipote... d los nazca, del desierto peruano, donde estuvimos. Como hacìa mucho calor por el dìa y frìo de la ostia por la noche, pues estaban flipaos con el sexo y sus vasijas y movidas son bastante explìcitas, como que van al grano o a la vagina... quièn sabe...

Y las fotos del cumple de Andrès son ya a la vuelta, pa el Lucas, que vea a su hermanillo y el Charla... que se vuelva pronto, a ver si te veo antes de irme pa la isla, amor... y hablamos y nos contamos el resto y todas las anècdotas que no caben en el blog...y hacemos el baile de la amiga de los niños, que ya nos hace falta a ambos. Què buena Gertru y su jardìn pa los niños con sus cosas normales... que te echo de menos. Que te vengas. Y al resto, mandarme vuestros telèfonos.
Andrès, que bueno que cumplas años y sigas tan guapo y tan feliz...màs responsable, claro... que mira que currar en tu cumple. Siento mucho haberme perdio el tuyo, Pepita... pero te vì un momento y en cuanto me calme voy pa'llà y os veo a todos.

Que bueno ir, que bueno volver, irse de nuevo, regresar otra vez...






Friday, March 23, 2007

Andando por los Andes



Dificil escribir desde donde estoy...
Perù, la verdad, abruma un poco. Es una especie de Mèxico, tan grande y con tanto que ver, los andes, las ciudades, las ruinas, las playas, la selva...no me alcanza!, y claro, a mì todo este rollo new age que me fui cruzando no me sirviò para acercarme a la calma, o para no desear, lo quiero todo!
Despuès de un intento torpe de timo, crucè la frontera. Y ya empezaban los miles de opciones, por màs que tengo que tomar muchas decisiones, sigue siendo esto de decidir uno de mis miles de defectos. Como estaba bien cansado del bus, y me apetecìa un poco de mar, elegì Màncora, que estaba bien cerca de la frontera. Un pueblo chiquito, bonito y turìstico, bastante movimiento surfero, aunque es un poco caro ese rollo. No entiendo porquè es tan caro el surf, si sòlo es una tabla como material. Sì entiendo la adicciòn que provoca el surf, tener que elegir el momento y volar con el mar. Màncora, ceviche y cervecitas frente al mar.
Lleguè despuès a Lima, en donde Alexandra, la hermana de Javi Iturralde me hizo sentir como en casa, y su familia tambièn. Despuès vinieron Nazca (sin pistas, por el precio), Arequipa y Puno (con su mal de altura)
Cruzada hacia la màgica Bolivia, el lago Titicaca, el pueblito de Copacabana, màs viajeros, nuevas familias. La Paz, me gustò esa locura. Hojas de coca para comer y beber todo el tiempo.
Vuelta a Perù. Cuzco, impresionante, me hice dos hermanos Juan y Ezequiel (argentinos, una vez màs), con los que fui a ver el partido del cienciano contra boca juniors al estadio, bien loco. Conocimos este cafè-guarderìa màgico que sale en la foto conmigo, en la que la gente curra gratis, fue nuestra segunda casa. Machu Pichu, sin palabras, impresionante. Aunque se pasan con el precio, ahì iniciamos la campaña para que no se votase como una de las maravillas del mundo.
Vuelta a Lima, dìas tranquilos.
Y...
¿Se nota mucho que no me apetece mucho escribir?

Saturday, March 17, 2007

de costado en el Ecuador y a hacer inca pie

Nunca sè porquè dejo de escribir largas temporadas. Sì que he pasado por fronteras, y han pasado cosas, en fìn.
Y lleguè a Ecuador, otra sorpresa del viaje. Por aquellos entonces, iba con Alex y Martìn, el español que trabaja unos meses y viaja los otros, y uno de los argentinos locos. Llegamos a un pueblito del norte que se llama Otabalo, muy bonito, descubriendo este increìble y desconocido paìs, yo no sabìa casi nada. Està todo llenito de colores y artesanìas, y como (y como) siempre los mercados alucinantes. Allà, a los altramuces, los llaman chochos, y veìamos a las señoras gritando por la calle:"chooochoos, señor no quiere comer ricos chochooooss!", Alex y yo nos reìamos, y Martìn no lo entendìa, como Alex no entendìa cuando Martìn se reìa algunas veces "te recojo a las 5" "serà si me redejo", trampitas de los idiomas, ese provecho le sacamos a las torres de babel, y desde muchos lugares. Nos cansamos de chochos y terminamos echàndoselos a las ratas, que era un pasatiempo curioso, en lugar de echar miguitas a los patos, echàbamos chochos a las ratas, y no èramos los ùnicos.
Despuès, Quito. Creo que Quito es la ciudad, como ciudad, màs hermosa de las que he estado. Y no me lo esperaba, me acuerdo de que, con 14 años, llamàbamos con Davidma gratis a la embajada de Quito para reìrnos, porque nos parecìa el culo del mundo. Desde entonces, siempre tuve curiosidad por esa ciudad. Entre montañas, debe parecerse la vista a la de Caracas, las montañas llenitas de casas de colores, y la virgen gigante de Quito, que es la protectora de la ciudad. Dicen que, el dìa en que se caiga, se acabarà la ciudad y moriràn todos los quiteños. Quito està lleno de plazas y parece el centro de Madrid y la latina. Es alucinante, y lleno de sitios curiosos. Ademàs, conocimos, por Martìn, a gente del lugar, que nos enseñò miles de cosas y lugares. Y por Âlex, conocì al personajke màs personaje de todos, a ver si me manda la foto de Antonio, se merece una entrada para èl solo. Algunos apuntes, estuvo en la legiòn, en donde conociò al compositor de la vaca lechera, ha viajado por todo el mundo (y sigue, a los seseinta y tantos, pareciendo menos, claro), le abrieron el cràneo y la panza a machetazos en el Amazonas, lo encontraron en coma tres dìas despuès, lo normal. Estuvo en la càrcel en sudàfrica, por tener una preciosa novia negra. Le pillò el tsunami haciendo submarinismo, y otro coma de tres meses. Haciendo snorkelling le atropellò una lancha en la cabeza, otro coma. De todos los comas, tiene el sistema nervioso un poco jodido, a veces dice, "mira, ahì viene la angina otra vez" y nos enseña el brazo todo morado y contraìdo. cada cierto tiempo va a Indonesia porque una vez le atacaron los piratas y matò a dos, y està de juicios por eso. Bueno, y no paran las historias, y no creas que te las cuenta, sino que se las saca, y por si alguien lo duda,, tiene pruebas de todas. Dice que la vida es de puta madre, que es un guerrero. Que no sabe si tiene mala o muy buena suerte, cree que muy buena. Nos invitò a todo, ahora està descansando en Quito, el mèdico le obliga a descansar y èl elige uno de sus dos lugares preferidos del mundo. Nos enseñò lugares increìbles (de verdad, què ciudad!) y nos dio las gracias por la inyecciòn de energìa que le dimos, dice que estuvo a punto de mandar todo a la mierda para venirse hacia el sur con nosotros. Ojalà.
Por cierto, y pasamos el ecuador del mundo, el agua cae hacia el otro lado!
Y para Baños, una ciudad chiquita y turìstica ( y preciosa, pero eso ya se sobereentiende). Crecada por el temido volcàn Tungurahua, que a veces se hace valer. Entre montañas, hacìa un poco màs de frìo. Pero tienen unas aguas termales naturales, calentadas por la lava del volcàn, al frìo aire libre. Entonces, estàs en el agua calentita, viendo caer la cascada, y si es por la noche, pues las estrellas y la luna. No es para quejarse, pensaba "ojalà estuviera en una oficina de 8 a 15 y de 16 a 20"
Y de ahì, como se acercaba la luna llena, y estàbamos cerca, pues fuimos para la selva del Amazonas. Conocì a un tipo bien curioso y negociè un precio suuper barato. Cuando llego a la agencia, habìa quebrado. Martìn yÀlex se partìan la polla de risa, y bueno, ellos no iban a ir. Pero conocimos unas chicas, y se apuntaron. Què perrismo. Y estuvimos caminando, durmiendo en cabañas, bañàndonos en cascadas, esas cosas que se hacen en la selva, aunque nos quedamos a 11 km del rìo Amazonas. Nos hicimos colegas de unos indios de allà, jugamos al fùtbol y al boley encima de las mierdas de las gallinas, nos enseñarona disparar con cerbatana (Martìn no falla una, con o, tampoco), y nos contaban historias de cuando les habìan atacado los jaguares o cosas asì. Con la luna llena salimos a ver caimanes y a colgarnos en lianas.
Y bueno, despuès nos separamos, estos se vana a escalar el volcàn Ambato (aunque el tiempo no les dejò), y yo sigo hacia el sur. La estimaciòn de las horas es increìble acà. "A cuànto està esta ciudad en bus?" " a 5 horas", cuando llevas 12, dices "eh?". Y bueno, me pasò al revès, me dijeron que Cuenca estaba a 11 horas en bus y me hice mis càlculos paera pasar otra noche en el bus ( y van...) y llegar de mañanita a buscar hostel y esas cosas. Pues en cuatro y media estaba en la estaciòn de Cuenca, què se hace a las 2 y media de la mañana en una ciudad extraña y solo?, suerte que conocì a una ecuatoriana màgica que me salvò, a la que, por cierto, no volvì a ver. Conocìa a un chico que curraba en un hostel que abrìa toda la noche. Para allà que fui. Me gustò Cuenca. Habìa un cafè oscuro y antiguo en el que sòlo ponen Sabina, bien curioso. Conocì buena gente, vi pelìculas, pero estaba ya un poco a las prisas, un dìita sòlo en esta ciudad.
Ya iba para la tierra de incas, a poner el pie. Perù me esperaba, o yo esperaba que me esperase.

Tuesday, March 06, 2007

Bolivia ummmmmmm




Queridos blogueros, espero anden mejor que bien. Al ratito les veo. Hasta entonces, las ùltimas semanas por acà estàn siendo continua locura. Echo de menos Bolivia. Increible paìs de vertiginosos contrastes y deslumbrantes altiplanos. Les dejè de camino a la isla del sol... pues fue un lugar increiblemente poderoso, donde me acordè mucho de Ana la de Guate, Lucas, y donde se creò una de esas familias viajeras de gente con mil historias y pisadas detràs suyo... fundamentalmente argentinos y Liset, la colombiana que ya les habìa presentado. La isla es chiquita, sin carreteras y con un par de pueblillos desperdigados. Nosotros nos quedàbamos en el sur con el bueno de Don Tomàs y llegar al norte era una caminata de tres horas de puro descubrir rincones màgicos por el ùnico camino que une las dos zonas de la isla... y ruinas incas, rocas misteriosas, encuentro con las mujeres aimaras que iban y venìan. Viajeros con los que no paramos de reir, compartir y descubrir... comidas y cenas de lumbre e ingenio debido a los siempre repetitivos ingredientes que allì sabìan como los mejores manjares.
Y de norte a sur en el paìs de los altiplanos para subir hasta los casi 5,000 metros sobre el nivel del mar... y descubrir lo que tienen arriba... el salar màs grande del mundo... la foto en la que estoy sòla con mi sombra y rodeada de kilòmetros y kilòmetros de sal. Una locura pues a simple vista parecerìa nieve... y todo lo contrario. Calor de infierno y tacto sorprendentemente... salado...
Otra nueva familia, esta vez de suizos y holandeses, a los que tienen en la foto con el volcancito de apenas seis mil y pico metros y... cuatro dìas de continua boca abierta... el paisaje cambiaba a cada rato... y es que el mundo por encima de los 4,000 metros es bien diferente al de aquì abajo. Flamencos en lagos rojos, desiertos de arena con rocas volcànicas de formas inverosìmiles rodeado de volcanes cubiertos de nieve, seguido de prados de musgo y riachuelos... la cabeza medio loca de un lado para otro tratando de asimilar cada nuevo paisaje y sus correspondientes contradicciones.
Y el ùltimo dìa... geysers, lagos de aguas termales y màs que inesperado encuentro con Irina, de Nicaragua, en personajes II... despuès de bajar hasta Argentina a ritmo japo, regresa para arriba... un abrazo de su parte, Lucas, y si puedes escribirla, puede que se encuentren en el camino.
Descolocada y con otra de despedidas a Marcus y Steffi, que se bajaban para Chile, pasamos a un tercer altiplano boliviano para subir a una increible comunidad qu'chua... sin palabras porque la gente fue demasiado y lo aprendido bien preciado. Masticando hoja de coca por la altura y aprendiendo de los puros cultivos de papa... en todas sus variedades, que son muchas, y sus increibles sabores.
Y con la tristeza y el descoloco aùn rondando, mañana empiezo camino inca de cuatro dìas... que me apetece màs que mucho. Con ganas de verles y encontrar España... a ver què onda... abrazos enormes para todos desde el Perù.

Thursday, February 22, 2007

sin pensar hacia donde estoy andando




Horas y horas de bus, buscando nuestro sur. Hacemos como que el vèrtigo no existe, e intento preguntarme cosas como, "què me quedarà de todo èsto?", en lugar de "què haràn mis amigos y mis familias?". A veces me harto de buscar y buscar, de pensar en los malabarismos con la plata, llevar macuto gigante perpetuo a la espalda, echar de menos tantas cosas y de pensar que las camas son concesiones que hay que ganarse.

Son ya màs de siete meses, y en estas cosas andaba pensando cuando llegamos Martìn y David, los argentinos locos que me lleman Asdru, y Raquel, la chica de california, y yo, una mañana frìa a Bogotà. Luego comprobamos que todas las mañanas son frìas en Bogotà. Venìamos de pasar otra noche en el bus, y buscàbamos algo para desayunar mientras adivinàbamos billetes hacia otros lugares, o maneras econòmicas de conseguir el certificado vacunaciòn de la fiebre amarilla, con o sin vacuna, condiciòn
necesaria para salir de Colombia. Me he acostumbrado a los desayunos a lo grande de Amèrica, huevos, tortillas o arepas, jugos, carnes, caldos...pero por alguna extraña razòn, eso de croissant mojado en cafè con leche caliente me hizo sentir un poco en casa, extraño, no suelo comer croissants tampoco en casa, pero me recordò a Madrid, a las mañanas de invierno volviendo de alguna salida sin dormir, aunque volvièramos esta vez de un autobùs con pelìculas de soldados americanos que salvan el mundo. Con el estòmago llenito, nos vamos para el barrio de la candelaria, recomendaciòn de Natasha, una belga a la que dejamos preocupada por Panamà buscando manera de vacunarse contra la transluverosis, gracias y perdòn por las bromas. Despuès me llegò la recomendaciòn de Fede, muchas gracias!, tambièn me volvì adicto a los pandeyucas!, te quiero Escobar.
Y llegamos al barrio de la candelaria. Ahì sì me sentì como en casa.
El barrio de la candelaria me recuerda a lavapiès. Son callecitas chiquitas con casas bajas y de colores. Las calles tienen nombres como "el viejo pueblo", "la calle de la vela verde", "el callejòn de las brujas" y estàn llenas de viejos cafès y bares con encanto, llenas de velas y hamacas, y mùsica que no es reggeatòn ni bachatas, ni shakira o manà (y esto es decir, muuuucho!). Los cafès viejos estàn llenos de sombras, me encanta ir a leer y a escribir, ahì paso mi momento fuera del mundo, es como la meditaciòn para mucha gente. Por cierto, por ahì meto dos recomendaciones, Waslala de Gioconda Belli y delirio, de Laura Restreppo, còmo me han gustado! En estos cafès llenos de sombras en los que la mùsica te atrapa, da la sensaciòn de que lo que mueve el mundo y siempre fue asì son las leyendas y los sueños. Por la tarde, se llenan de estudiantes de colores, las paredes tienen mensajes de imaginaciòn al poder y todos creen que van a cambiar el mundo, me encanta mirarles.
En el albergue me encontrè a Jason, un americano de dos metros con el que vivimos allà por Nicaragua (aparece en personajes II). Saludos para Lucìa de èl. Me sentì bien, tenìan dvd y me dì un atracòn de pelìculas, què buena los excèntricos Tenembaum!, no parè de reirme, tambièn Zelig, el hombre que amaba a las mujeres, 8 y medio...La verdad es que de Bogotà, sòlo visitè el barrio de la candelaria y un poquito el centro. Descansè mucho, vaya si lo necesitaba!
David se va en viaje japonès directo a Perù, y Raquel, toda trepa, se va a escalar, los echamos de menos. Cuantas despedidas...
Martìn y yo nos vamos a la estaciòn, y allà, cambiamos tres veces de destino, y decidimos i r a la zona cafetera. Armenia.
Armenia està muy bien, inetersante museo del oro, lleno de historias. Conocimos a dos colombianas (sueño de David, què ganas tiene de colombianas! en honor a la verdad, las colombianas no son feas) Nos invitan a subir al dìa siguiente la montaña peñas blancas.
Al dìa siguiente, tenemos un grupo de amigos colombianos que nos invitan a avena para tomar, a sus casas para quedarnos y cenar y nos hacen sentir como en casa. Tomamos un jeep, unos cuantos de pie en viaje loco y subimos la montaña. La puta! mucho màs duro de lo que creìamos!, se tambaleò nuestra pose de grandes viajeros. Los colombianos nos hacen miles de preguntas y nos cuentan millones
de cosa
s. Les damos las gracias por regalarnos este trozo de colombia. Llegamos bien cansados a la cima, y comemos arroz chino con pollo usando tarjetas de crèdito como cucharas. Acà en la foto se ve un poquito de la cima, este Martìn se pare
ce a Igal, para los que lo conozcan, no?
Y bueno, màs viaje y nos vamos para el sur. Cali, y una vez en Cali, decidimos cambiar otra vez de destino y nos vamos para Popayàn, màs al sur, màs chiquito y creo, màs hermoso. Al parecer, Humboldt ha pasado por todo este pueblito. En el hostel conocemos a Alex, de fuengirola, que trabaja de camarero en Londres cuatro o cinco meses al año y se pasa el resto viajando. Lleva diez años asì. Hablamos sobre viajar, y motivos, y consecuencias, y misterios. Me reconcilio con muchas cosas y tengo màs ganas de seguir viajando.
Se viene con Martìn y conmigo hacia Ecuador. Vamos a ver como es eso de andar de lado.
Como siempre, allà vamos, y el allà se aleja otra vez. Pero bueno, nos sirve para andar, como la utopìa. Por cierto tampoco yo me creì que los estudiantes de Bogotà fueran a cambiar nada, pero me gusta pensarlo. Y que lo piensen.






Sunday, February 18, 2007

Carnaval pacìfico

Pues de pacìfico tenìa poco el carnaval de La Paz... ciudad impresionante donde las haya, sumergida en un enorme hoyo, el centro en llano y el resto cuestas bien empinadas. Rodeada de la majestuosa cordillera andina que segùn dicen, se encuentra nevada todo el año. El pico màs alto, el Ilimani, estuvo cubierto de nubes hasta que estaba a punto de irme... de pronto se disiparon un instante y apareciò imponente en sus 6,000 metros y cubierto de nieve, como sus compañeras.

Como ya contè habìa algo de prisa por el billete de vuelta que ya està no tan lejos y pues hemos ido bajando mucho màs ràpido. Colombia fue, estoy de acuerdo contigo, Luquis, otra de las sorpresas increibles del viajes... tanto Cartagena de Indias como Medellìn tienen harta magia a su manera... pero de eso ya han leìdo y pues retomarè los pasos un poco màs abajo... en el Amazonas! Leti, ¿sabias que hay una ciudad en Colombia que se llama como tù?

El sueño hecho realidad... una de esas cosas que se dice uno en la vida, irè al amazonas... y claro, cuando estàs justo en el medio pues cuesta creèrselo. La primera vez que vi el rìo de rìos casi lloro de la emociòn... y eso que aùn no podìa imaginarme lo que eran las partes màs anchas. Y la selva, caminar por la selva...

Llegamos a la frontera entre Perù, Colombia y Brasil... una de esas divisiones que en el mapa se dibujan en el medio del rìo sin mucho sentido... y yo preocupada por los peces... que tienen que pasarlo mal todo el rato cambiando del español al brasileiro... y la lìnea a ellos no tiene que quedarles clara del todo. Un dìa fui a correr, empezè en Brasil y acabè en Colombia, bien curioso.

Nos quedamos en la parte brasileira por eso de probar la cachaza y bailar un poco de samba... se agradeciò despuès de meses de reggaeton, creànme. Acompañada de unas garotas de sao paolo bien chidas con las que luego me fui de fiesta, claro, nos adentramos en las comunidades, la selva, los pàjaros increibles, los loros con sus colores fuera de este mundo, los àrboles, siempre cambiantes, siempre increibles... salian por todas partes, por el rìo,de los troncos unos de otros... y las lianas colgantes por todas .. y las casas en los àrboles... y los delfines rosas... demasiado, todo era demasiado. Sin creerme el estar por ahi. De hecho aùn no me creo el haber estado.

Tres dìas con tres noches pasamos en un barco de carga con una hamaca como cama, navegando por el rìo de rìos... el espectacular paisaje, siempre cambiante, pasaba, o lo haciamos nosotros por èl y nunca dejaba de hipnotizar. El barco iba parando en cada pequeña comunidad y cargaba o mercancia o pasajeros o ambos. Era siempre un espectàculo llegar... desde pescado en hielo hasta toros, gallinas y cerdos pasando por plàtanos, palmitos, papayas, limones... cuando parecìa que no quedaba màs espacio, llegabamos a otro puerto y se subian otras veinte personas... y las hamacas acabaron colocadas encima de la puerta del baño, unas encima de otras... digno de ver. La selva contemplaba todo esto y nosotros a ella.

Al toro no le hizo ni puta gracia que lo metiesen en una jaula, claro, y lo sacaron a cubierta mientras lo rociaban de vez en cuando con agua... y el cerdo protestò todo el camino...y los pescados se descongelaron y olian regular. Y personajes todos los que subìan con los que compartimos largas plàticas, comidas, aprendizaje sobre el rìo, la selva....

El rio en la parte de Iquitos, Perù, està tan contaminado que ni siquiera se puede pescar en èl. La culpa segùn todos es de los americanos... y tienen razòn, contaminaron con una industria petrolìfera... cierto es tambièn que el barco no tenìa basuras y de los 300 que llegamos a ir en èl (el cupo màximo era de 80 pasajeros...), todos excepto tres, que eramos turistas, tiraron todo tipo de plàsticos al rìo... no era yo nadie para decir nada, aunque me doliese la ostia cada botella. Al menos los niños con los que juguè, que fueron muchos porque el barco estaba lleno de ellos, acabaron entendiendo aquello de que si se tiraban plàsticos, los peces se morìan ahogados... eran niños al fin y al cabo y pensè que era mejor ahorrarles el rollos del cambio climàtico... como consecuencia, me daban todos la basura, ya que sus madres se negaban a recogerla... enorme bolsa acabè bajando...

Y en el barco llegamos a Iquitos, ciudad que prometìa pero que decepcionò un poco... lo cierto es que el calor era tan sofocante por la mezcla de selva y contaminaciòn que sòlo se podìa subsistir pegada al ventilador...

Y llegò el turno de ciudades que repetirè y sobre las que les cuento màs adelante, Lima, desde donde agarro el vuelo, y Cusco, desde donde subo al Macchu Picchu en un par de semanas. Lucas, la segunda te va a encantar, es una de esas ciudades medio laberìnticas, donde cuanto màs andas por ellas, màs placitas y rincones increibles descubres... y las mujeres aimaras con sus aguayos, que son los pañuelos enormes llenos de colores donde llevan casi de todo, son dignas de ver con sus miles de colores y sus pieles increibles... y es que es un moreno medio dorado precioso el que tienen de tez... pero sòlo pasè un par de dìas sabiendo que volvìa y que querìa llegar a Bolivia asì que ya les cuento.

Pues ahora ando por el lago Titicaca, zona boliviana y mi misiòn en La Paz era de un dìa, conseguir dinero ya que por aquì no hay cajeros, desconociendo que era el dìa de los niños y que la tradiciòn es una continua guerra de agua y espuma que invade todo el centro.. donde estàn los ùnicos bancos y cajeros de la ciudad... y guerra era de todos contra todos, payasitos, leoncillos, brujillas, chinas, princesas, todas y todos armados de pistolas de agua, globos, en ocasiones cubos, tubos de espuma... y a muerte... ni dios saliò seco de ahì. Las montañas presenciaban el espectàculo como hacen todos los dìas en esa la capital màs alta del mundo.
Aùn encantandome La Paz, regresè al lago titicaca, cuya belleza me tiene embelesada y a cuyos atardeceres me he vuelto adicta. Dicen los de por acà que es normal, que le ocurre a todo el mundo. Ando por Copacabana, ciudad chiquita a las orillas del lago. El segundo màs alto del mundo... lo de la altitud a ratos pega en la cabeza medio raro pero en general se lleva bien.
Aprendiendo aimara pues la poblaciòn es aquì mucho mayor y està chido poder comunicarse en su lengua en el mercado... los mercados increibles que hay por aquì...

Mañana partimos a la isla del sol para acampar unos cuantos dìas con Patricio, un argentino y Liset, una bella damisela colombiana, màs gente increible que aparece viajando. Si en Nicaragua, y centroamèrica en general abundaban los turistas alemanes, yankies, ingleses, australianos, escandinavos, Bolivia està llena de argentinos, brasileiros y chilenos. Sobre todo en esta la època de sus vacaciones. Asì pues conociendo a un chingo de gente de los paìses con los que me voy a quedar con ganas de visitar pero a los que seguro vuelvo.